Hace pocos días, inserté un artículo, con el mismo título, en el cual cuestionaba la forma, o formas, de interpretar la justicia. Sin más preámbulos y siempre, en el buen sentido de que he sido y soy una persona, de las que todavía existen, que cree en la justicia.
No creo que haga falta decir que, según nos han enseñado, tanto en nuestro aprendizaje de niños, como en el transcurso de toda nuestra vida, existen diversos tipos de justicia. Y al parecer todos son válidos, o no, según sea el caso. Si no lo son para todos si lo son, al menos, para algunos estereotipos de la sociedad. Dichos tipos de justicia son, a saber y quizás me deje alguno en el tintero (si es así, ruego que me disculpen)
- La justicia divina que, según todos los creyentes, deberá de alcanzarnos un día u otro, pero la realidad palpable es que, de momento, los sinvergüenzas, campan a sus anchas por doquier y sin nadie que los frene o detenga.
- La justicia del hombre, que es totalmente cuestionable, ya que es aplicada por el ser humano, que dispone de libre albedrío, pero que está condicionado por la política del momento, además de por su propia conciencia, por su estatus social y sobre todo, por sus intereses, por los cuales y para poder mantenerlos, es capaz de traicionar a su propio padre, si se diere el caso. Y casos de ello, por desgracia, se han dado en el transcurso de la Historia, si bien hemos de considerar que el justo y buen criterio a prevalecido en la mayoría de los casos.
- La justicia administrativa, que se aplica o no y de forma muy diversa, según sean el caso y las partes interesadas.
- La justicia política, sobre la cual hay mucho que discutir, ya que es tan cambiante y variopinta, como los partidos políticos que ejercen el Gobierno ¡Lo que hoy se considera blanco, mañana puede ser considerado negro¡ y viceversa.
Y a ésta última modalidad de justicia, combinada con la justicia del hombre, es a la que me quiero referir (que no cuestionar, ya que no me compete tan suprema decisión) y concretamente, a los hechos enunciados estos últimos días, por todos los medios de comunicación, que en un lugar te dicen blanco, en la página siguiente te dicen que no es tan blanco como parece y en la otra ya te dicen que es del todo negro.
El portavoz del gobierno del Estado, nos dice que éste sancionará a las Autonomías que, injustificadamente, gasten más presupuesto del acordado. Lo cual no me parece mala cosa, ya que se hace necesario un control económico-administrativo en todas las esferas. Que las Autonomías controlen también a los Ayuntamientos, lo cual no he oído ni leído en momento alguno, tampoco me parecería del todo mal. Es más, lo considero totalmente necesario, tras ver que cada Alcalde actualmente se considera un Virrey dentro de su territorio, haciendo y deshaciendo a su puro y mero antojo.
Pero, mi pregunta es ¿quién controlará al gobierno del Estado? Porqué si no existe un control, o un autocontrol veraz y efectivo (y quiero pensar que sí lo puede haber) ¿Seguirán haciéndose aeropuertos sin aviones, sin pasajeros y sin licencias de apertura y actividad ? ¿Seguirán inaugurándose estaciones de tren sin vías y sin trenes? ¿Se continuarán instalando trenes de alta velocidad (AVE) para el uso único y exclusivo de menos de una docena de pasajeros, cuando con un microbús todos van que explotan? ¿Se volverá a pedir dinero prestado para dárselo a los bancos ? Y tantas y tantas imbecilidades más que nos han arruinado.
Por el momento, lo único que veo y oigo, son las buenas intenciones del gobierno actual y espero también, no verlas defraudadas en un futuro cercano. Los resultados, en cuatro años a lo sumo, seguro que podremos evaluarlos.
Pero lo que también veo y considero que es de una total y absoluta incongruencia y que está en una total contraposición con la propuesta gubernamental, es que se esté juzgando a todo un Señor Juez, por hacer los trámites de investigación necesarios sobre una presunta fuga de capitales, intentar evitarla y haber designado los medios, que consideró pertinentes en su momento, para que la investigación fuese lo más veraz y efectiva posible.
También considero del todo incongruente que al mismo Juez, que ha investigado y juzgado a dictadores de paises extranjeros, con el beneplácito de todos los partidos políticos, se le juzgue por querer juzgar al dictador que hemos tenido en nuestra casa. Y aquí no entro en el tema de si lo que pasó, en nuestra casa, fue bueno, fue malo o fue peor ¡Simple y llanamente fue¡ Sobre éste tema… que cada cual de su capa haga un sayo, evalúe sus circunstancias y forme su propio criterio.
Lo que si me dan por claro, mis escasas y pobres neuronas, es que no casa lo que dice el gobierno con lo que realmente está ocurriendo, que estoy viendo en estos días y que está siendo titular en todos los periódicos. ¡Y no me invento nada en absoluto¡ Lo que digo es de público conocimiento y totalmente verificable.
Ahí lo dejo todo, al alcance de cualquiera y como he dicho antes ¡que cada cual, de su capa haga un sayo¡ Pero me viene a la memoria aquel refrán tan antiguo, que dice así “justicia si, pero… por mi casa no”.
Adiós, me marcho a ver las noticias y consultarlas con la almohada para sacar nuevas conclusiones, ya volveré cuando las tenga.
Manel M.
La verdad no es patrimonio de nadie, pero cuando la niegan, la esconden o distorsionan, hay que volver a proclamarla con todas nuestras fuerzas
jueves, 19 de enero de 2012
martes, 17 de enero de 2012
DE ROBOS Y QUIEBRAS SOLEMNES
Alguien se ha preguntado alguna vez si le han robado sin darse cuenta. Seguro que sí, pero generalmente es difícil de detectar. Y alguien se ha preguntado si está pagando los desmanes de aquellos individuos que acaban suspendiendo pagos o en quiebra. No está tan claro, pero ambas preguntas responden a una verdad. Nos están robando continuamente y estamos pagando los desmanes de los demás. No hablo generalizando, pero la lista empieza en reyes, y sigue por religiones, nobles, banqueros, políticos y llega hasta los chorizos más comunes. Lo más ladrón que existe es el poder de los estados y si vemos quién suspende pagos continuamente o quiebra, también son los estados por causa de sus gobernantes. Y como se recupera eso, los bancos no ayudan, porque ellos van por el mismo camino, sin reservas ni dinero, que a su vez les da el estado. Situación incomprensible para cualquier mortal, pero totalmente real.
Sabemos que los valores del dinero son de plástico y gracias, ya que el oro, la plata, los diamantes, antaño servían como reserva a cambio del dinero de papel o moneda. Ahora simplemente esos elementos están en manos de unos pocos y el que tiene solo papel, no tiene nada, y si tiene moneda tiene chatarra para jugar al siete y medio. Si quieren hacer la prueba que vayan a su banco habitual unos cuantos acaudalados propietarios de cuentas engordadas gracias a sus robos, y pidan retirar su dinero en oro. Les tomaran por locos. Y no es que realmente no tengan ese derecho, es simplemente porque el banco no tiene ese valor depositado. Y seguirán confiando en su papel, hasta que se mueran. Pregunten a un buen economista qué valor tiene el Euro? Ustedes creen que esa moneda es real. Que si tiene 100 millones de € en una cuenta lo avalan con oro. Si lo creen es que ya ha venido un “guru” que les ha convencido de eso y mucho mas, como que los burros vuelan, las vacas dan unas buenas añadas de Rioja, las ranas son peludas como un puerco espín. Etc…
Pero vayamos al grano; nuestra grande, libre y genocida España, se empezó a conocer por sus robos y desmanes con los reyes más católicos del mundo mundial de la época, a saber Isabel I reina de Castilla y Fernando II rey de Aragón, Valencia, Mallorca, Cerdeña y conde de Barcelona, cuyo descerebrado padre Juan II se empeño en casarlo con tan noble y apestosa dama ( por aquello de cambiarse de ropa interior cuando echaran a los "moros"), con el fin de que pudieran crear un imperio todavia más apestoso, que uniera los dos mayores reinos de España en uno solo, pero tenían que echar a los infieles, conocer a Colón, ( según otros Colom, otros Colombo, otros Columbus y otros “Collons”; algún día los biógrafos estarán de acuerdo ); para conquistar las Américas de puta chiripa porque el sabia muy bien donde iba, pero como era algo corto de neuronas se llevó a los Pinzones que aún tenian menos. Solo que los reyes católicos iban con muy malas ideas en sus cabezas para construir imperios de barro. En esa época los conceptos “estado” o “nación”, no estaban en consonancia y por tanto se intentó crear un estado de varias naciones. Un fiasco que perdura. Y aquí la historia debe escribirse con letra fina, pues la creación del “imperio español” se basaba en las colonias que se conquistaban a capa y espada de forma sangrienta, inquisitiva pero muy católica, requisando a los indígenas todas sus tierras y pertenencias, y lo que es más importante, el oro y la plata. Robo a mano armada. Genocidio total.
Sin embargo, este imperio colonial no era español. Me explico, después de la unificación de reinos en teoría todos los españoles eran iguales. Pues no. El esfuerzo económico para sostener las conquistas se forjaba en todas las antiguas naciones de España, pero el botín conseguido en las nuevas colonias fue a integrarse exclusivamente al gobierno y la administración del reino matriz de Castilla y León, excluyendo explícitamente a la antigua corona catalano-aragonesa. Ni se devolvía lo que se había aportado sino que además se exigía cada vez más. ( Esto me recuerda algo…?! ). Este hecho quebró la solidaridad entre las diferentes partes que debían formar el estado español que nunca fue. Aquí empezaron los desmanes de todos, reyes, nobles, cortesanos, todos los que conseguían favor o algo de poder empezaron a chupar del bote y a robar descaradamente a los más débiles. La fractura nacional sigue abierta por una unidad nacional que nunca fue.
A partir de ahí, como bien dicen, ancha es Castilla, con posterioridad a los muy genocidas reyes católicos, el rey Carlos I a su muerte en 1556, le regaló a su hijo Felipe II una deuda tan enorme que jamás supo cómo pagarla. El regalo eran 850.000 florines de oro que su padre debía a un banquero alemán y veinte millones de ducados totales de deuda, que Felipe II quería pagar con mas muerte en las Indias y más oro en las arcas, confiscó (robó) todas las mercancías procedentes de las colonias, pidió a los venecianos y genoveses pero el estado suspendió pagos en tres ocasiones ocasionando graves pérdidas en Europa. Se entretuvo en vender lana merina de Castilla por Europa. Demencial. Tan demencial que le traspaso la deuda multiplicada por cinco a su sucesor Felipe III, que siguió la costumbre de suspender pagos, así como su descendiente Felipe IV que también lo hizo en cuatro ocasiones. No podemos ni imaginar cómo vivían esas cortes para tener tanto gasto acumulado solo da idea los cuadros pintados, en los que hay constantes como guerras, mujeres y lujo.
Y nos preguntaremos que como salían de dichas situaciones no?. Bueno robando tierras privadas, confiscando todo género que llegara de colonias, aumentando impuestos, dejando que actuara la inflación y rebajando la plata de las monedas. Carlos II llegó a tener en su reinado una inflación del 250 %, una minucia. Pero llegó el Borbón Felipe V y este estaba más por la labor de joder al personal, puso impuestos a la iglesia y a los nobles, cosa que le creó problemas, y como el genocidio directo no estaba bien visto decidió seguir robando con la trata de negros. Era quizás menos sangrienta y más rentable. El logro fundamental, no obstante, fue el de la centralización y unificación administrativa lo que le permitía recaudar y confiscar lo que quería sin las dificultades que supusieron antes los reinos históricos de Catalunya y Aragón incorporados al sistema tributario central y la abolición de derechos con los Decretos de Nueva Planta. Se gobernó a todos desde Madrid, vaciando las arcas de las antiguas Coronas. Un sano ejercicio de expolio directo.
Con posterioridad Carlos IV en su guerra contra Francia, volvió a destrozar la economía española y creó una enorme deuda que hizo de nuevo suspender pagos al estado. Tras la guerra con Napoleón , ya reinando Fernando VII volvió a existir una quiebra y también en el reinado de Isabel II en el que muchos bancos quebraron y España se quedo fuera de la Revolución Industrial por muchos años. Solo Catalunya con su esfuerzo modernizó y ayudo a la economía española en diferentes periodos sin compensación alguna.
El final del siglo XIX y comienzos del XX fueron trágicos en la economía de España, y Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII siguieron las enseñanzas de despilfarro y golfería de sus predecesores borbónicos, pero lo más bestia fue el dictador Franco que no quiso pagar la deuda republicana, después de ganar una guerra que derrocó a un gobierno legitimo, arruinando así de nuevo y haciendo pagar tras la posguerra la deuda a todos los españoles. En la dictadura se enriquecen muchas personas afines al dictador protegiendo a la nobleza clásica y mirando a los monárquicos de reojo por su poder. Eso le decide a restaura la monarquía, pero cuando él muera, y no en quien le correspondería, sino en un hijo suyo que a su muerte se denominará Juan Carlos I.
Jordi M.
jueves, 12 de enero de 2012
COMO INTERPRETAMOS LA JUSTICIA
Soy una persona de las que todavía creen en la justicia y creeré más, si veo que ésta se aplica en la medida correcta y adecuada. Lo que algunas veces parece ser, si no imposible, algo difícil de conseguir.
Leo en un periódico, que por cierto ha dejado de editarse, la noticia de que el Consejo General del Poder Judicial ha impuesto una multa de 3.000 € a un juez de Murcia, por vejar reiteradamente al funcionariado a su cargo y referirse despectivamente a los homosexuales, llamándoles “maricones”, a las madres solteras “putas”, “cornudos” a los maridos, “gilipollas” a los extranjeros y “gentuza” a quienes solicitaban la nacionalidad, además de retrasar ostensiblemente el trámite de los expedientes correspondientes.
La publicación también expone la queja, de las direcciones de varios tanatorios de Murcia, por retrasar las autorizaciones de enterramiento por detalles simples y mínimos, carentes de importancia, con lo cual los familiares de los difuntos se veían obligados a permanecer en el cementerio hasta la llegada de la licencia correspondiente.
No pienso entrar en el tema de si la multa impuesta es o no proporcional al comportamiento descrito. No me corresponde juzgarlo a mi ni quiero adjudicarme el poder hacerlo. Lo que si puedo decir es que, como funcionario que he sido durante treinta y cinco años, si me hubiese comportado de tal manera con el público, previo expediente sancionador, me habrían separado del servicio ya que se hubiese tratado de una falta muy grave y reiterada. Y creo que lo tendría bien merecido.
Leo también, en el mismo periódico, que un fiscal pide siete años y medio de cárcel y una inhabilitación de cuatro años, para ejercer la música, a una concertista de veintiséis años, por tocar el piano en su casa, dentro del horario diurno, además de las correspondientes multas y una indemnización que superan los 22.000 €, al parecer porqué una vecina ha sufrido unas molestias que le han producido los siguientes trastornos físicos. Alteraciones del sueño, intranquilidad, desasosiego, angustia, labilidad emocional, episodios aislados de pánico, sentimientos de impotencia e indefensión, irritación, susceptibilidad y problemas en la gestación de su hijo.
Tampoco pienso poner en tela de juicio, por mi parte, ni las peticiones del fiscal, ni las dolencias sufridas por la vecina. No me corresponde, como he dejado bien patente antes. Ni soy juez, ni soy médico. Pero dispongo del libre albedrío para formarme mi propia opinión sobre ambos casos, la cual, por derecho propio, me reservo.
Lo que si pienso, tomando como base las peticiones del fiscal, es la que les puede caer al Sr. Millet, a los del “caso Gurtel”, a los imputados del “caso Nóos” y a tantos otros “casos parecidos y actuales”, si caen en sus manos. De lo cual, por el presente, tengo mis dudas de que pueda ocurrir.
Tanto mis vecinos como yo, vivimos un caso un tanto parecido al de la pianista, con la salvedad de que no se trataba de un piano. Ojalá hubiese sido así, ya que del piano salen unas notas dulces y armoniosas, si bien es de justicia reconocer que el oírlo en demasía, puede producir hastío y cansancio.
¡Nosotros debimos de soportar una discoteca, pared con pared, durante varios años¡ Debido a que las denuncias efectuadas al Ayuntamiento, no surtían ningún efecto. Ello contando, con que éstas, llegasen a las manos del titular de la discoteca (cosa que siempre hemos dudado).
Con el tiempo, por azares del destino y por mera casualidad, se consiguió que interviniese la Fiscalía, donde fuimos a prestar declaración los vecinos y quienes regentan dicho establecimiento, tras haberse efectuado las pertinentes inspecciones y pruebas sonométricas, que dejaron bien patentes las molestias emitidas.
Ignoramos si la discoteca fue multada o no por la emisión de ruidos. El fiscal no encontró las pruebas suficientes para la imputación de delito alguno. No obstante la discoteca adoptó las medidas oportunas para no volver a causar molestia alguna. De lo cual se desprende que lo que si existió fue un fuerte tirón de orejas. Lo que si es evidente, es que se solucionó el problema de la mejor y más simple de las maneras, sin la necesidad de masacrar a nadie.
He de decir, que la discoteca nos privaba de descansar, como es de desear, hasta las seis de la mañana. Nos despertábamos muy a menudo, las noches de los viernes y los sábados, con lo cual nos hallábamos bastante cansados por la mañana. Pero ninguno de los vecinos acusó ninguna de las enfermedades antes descritas, a lo sumo y muy puntualmente un poco de mal humor o irritación, nada más. Y no por ello nos creemos Supermanes o algo parecido.
Adiós, me marcho a ver las noticias y consultarlas con la almohada para sacar nuevas conclusiones, ya volveré cuando las tenga.
Manel M.
Leo en un periódico, que por cierto ha dejado de editarse, la noticia de que el Consejo General del Poder Judicial ha impuesto una multa de 3.000 € a un juez de Murcia, por vejar reiteradamente al funcionariado a su cargo y referirse despectivamente a los homosexuales, llamándoles “maricones”, a las madres solteras “putas”, “cornudos” a los maridos, “gilipollas” a los extranjeros y “gentuza” a quienes solicitaban la nacionalidad, además de retrasar ostensiblemente el trámite de los expedientes correspondientes.
La publicación también expone la queja, de las direcciones de varios tanatorios de Murcia, por retrasar las autorizaciones de enterramiento por detalles simples y mínimos, carentes de importancia, con lo cual los familiares de los difuntos se veían obligados a permanecer en el cementerio hasta la llegada de la licencia correspondiente.
No pienso entrar en el tema de si la multa impuesta es o no proporcional al comportamiento descrito. No me corresponde juzgarlo a mi ni quiero adjudicarme el poder hacerlo. Lo que si puedo decir es que, como funcionario que he sido durante treinta y cinco años, si me hubiese comportado de tal manera con el público, previo expediente sancionador, me habrían separado del servicio ya que se hubiese tratado de una falta muy grave y reiterada. Y creo que lo tendría bien merecido.
Leo también, en el mismo periódico, que un fiscal pide siete años y medio de cárcel y una inhabilitación de cuatro años, para ejercer la música, a una concertista de veintiséis años, por tocar el piano en su casa, dentro del horario diurno, además de las correspondientes multas y una indemnización que superan los 22.000 €, al parecer porqué una vecina ha sufrido unas molestias que le han producido los siguientes trastornos físicos. Alteraciones del sueño, intranquilidad, desasosiego, angustia, labilidad emocional, episodios aislados de pánico, sentimientos de impotencia e indefensión, irritación, susceptibilidad y problemas en la gestación de su hijo.
Tampoco pienso poner en tela de juicio, por mi parte, ni las peticiones del fiscal, ni las dolencias sufridas por la vecina. No me corresponde, como he dejado bien patente antes. Ni soy juez, ni soy médico. Pero dispongo del libre albedrío para formarme mi propia opinión sobre ambos casos, la cual, por derecho propio, me reservo.
Lo que si pienso, tomando como base las peticiones del fiscal, es la que les puede caer al Sr. Millet, a los del “caso Gurtel”, a los imputados del “caso Nóos” y a tantos otros “casos parecidos y actuales”, si caen en sus manos. De lo cual, por el presente, tengo mis dudas de que pueda ocurrir.
Tanto mis vecinos como yo, vivimos un caso un tanto parecido al de la pianista, con la salvedad de que no se trataba de un piano. Ojalá hubiese sido así, ya que del piano salen unas notas dulces y armoniosas, si bien es de justicia reconocer que el oírlo en demasía, puede producir hastío y cansancio.
¡Nosotros debimos de soportar una discoteca, pared con pared, durante varios años¡ Debido a que las denuncias efectuadas al Ayuntamiento, no surtían ningún efecto. Ello contando, con que éstas, llegasen a las manos del titular de la discoteca (cosa que siempre hemos dudado).
Con el tiempo, por azares del destino y por mera casualidad, se consiguió que interviniese la Fiscalía, donde fuimos a prestar declaración los vecinos y quienes regentan dicho establecimiento, tras haberse efectuado las pertinentes inspecciones y pruebas sonométricas, que dejaron bien patentes las molestias emitidas.
Ignoramos si la discoteca fue multada o no por la emisión de ruidos. El fiscal no encontró las pruebas suficientes para la imputación de delito alguno. No obstante la discoteca adoptó las medidas oportunas para no volver a causar molestia alguna. De lo cual se desprende que lo que si existió fue un fuerte tirón de orejas. Lo que si es evidente, es que se solucionó el problema de la mejor y más simple de las maneras, sin la necesidad de masacrar a nadie.
He de decir, que la discoteca nos privaba de descansar, como es de desear, hasta las seis de la mañana. Nos despertábamos muy a menudo, las noches de los viernes y los sábados, con lo cual nos hallábamos bastante cansados por la mañana. Pero ninguno de los vecinos acusó ninguna de las enfermedades antes descritas, a lo sumo y muy puntualmente un poco de mal humor o irritación, nada más. Y no por ello nos creemos Supermanes o algo parecido.
De lo dispar de todo lo expuesto sobre la antedicha multa y las peticiones de condena para la pianista, deduzco que, o estoy escaso de neuronas o me estoy volviendo senil. ¡Lo cierto es que no me aclaro ni un ápice en absoluto¡
Siempre nos han dibujado a la Justicia ciega y con los ojos vendados, pero parece ser que con el tiempo ha sufrido alguna que otraminusvalía más acuciante todavía que la ceguera.
Adiós, me marcho a ver las noticias y consultarlas con la almohada para sacar nuevas conclusiones, ya volveré cuando las tenga.
Manel M.
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