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lunes, 5 de diciembre de 2011

INDIGNAR A LOS INDIGNADOS


Este sábado, tres de diciembre, mientras me encontraba la mar de tranquilo y tomándome la cervecita de costumbre, estaba como siempre, ojeando la Vanguardia, que es el diario habitual del bar que frecuento. Cuando mi vista se posó en la primera página de las de color amarillo, que casi siempre están repletas de tonterías varias. ¡Faltó poco para que las cataratas de los ojos se me cayesen al suelo¡ Lo cual hubiese sido de agradecer, puesto que no sería necesario ya que me operasen de la vista. Pues si bien tengo entendido que se trata de una intervención sencilla y hecha con rayo láser, sin la necesidad de quedar ingresado, la verdad es que maldita sea la gracia que ello me hace. ¡Eso si¡ Lo que debí de recoger del suelo fue otra cosa, que también es muy importante y delicada.

La noticia que leí, para mí que se las traía de lo lindo, por el trasfondo que le encontré conforme la iba leyendo. Ésta, daba conocimiento a los lectores, de la inauguración de una pista de hielo para patinaje, instalada en plena Plaza de Catalunya y puesta en marcha, según indicaba, por la Fundación Barcelona Comerç, en colaboración con nuestro querido Excelentísimo Ayuntamiento, para el disfrute de quién practique dicha modalidad de patinaje. Y que funcionará durante las próximas fiestas navideñas, que tendrán, como cada año, una duración de tres semanas, más o menos.

Ello, me parecería de lo más normal, si no estuviéramos en crisis y no concurriesen en el hecho lo que para mis escasas entendederas son un cúmulo de incongruencias. Hablando de entendederas y neuronas, he de decir que es un producto que no lo tengo en demasía y que si tuviese menos cantidad de ello, lógicamente, tendría la mentalidad más escasa y quizás hubiese podido entrar en la política, ya que para ello no hace falta pasar oposiciones, alegar conocimiento alguno, ni presentar currículum de ninguna clase. Tan solo es necesario disponer de las neuronas justas para poder pasar el día. Al menos así nos lo han demostrado los políticos hasta la fecha.

Las incongruencias encontradas en el artículo, dentro de mi modesto punto de vista y teniendo siempre en cuenta la crisis que estamos atravesando, a la cual no se le ve el final todavía, son


  1. - Según el Presidente de la citada Fundación, la puesta en marcha de la antedicha pista    asciende, tan solo, a la irrisoria cantidad de 400.000 €, por lo que empiezo a dudar de la crisis que dice sufrir el ramo del comercio. Al menos, dicha Fundación, parece no sufrirla en demasía.

  1. - El coste municipal es de 5000 €, si bien el Alcalde ya manifiesta de antemano, que es más que probable la pérdida de dinero. Lo que me da a entrever que el Ayuntamiento no participa, con ésta cantidad, para el disfrute del ciudadano, si no, que por lo contrario, intenta hacer algo de negocio con una escasa inversión. Y por si éste sale mal ya se está cubriendo las espaldas para que la cantidad invertida quede en el Departamento de Objetos Perdidos sin más explicaciones.
  1.  -  ¡Eso si¡ ¡Hay que decirlo todo¡ El precio estipulado para el disfrute de la pista es totalmente asequible para cualquier hijo de vecino, ya esté parado, jubilado o, inclusive desahuciado, puesto que se trata tan solo de 6 miserables y puñeteros euros la media hora, extensibles a 8 € la hora completa. ¡Irrisorio¡ ya que son, ni más ni menos que, 1000 y 1330 de las antiguas pesetas. Totalmente asequible para todos los bolsillos y todas las economías, estando exento de cualquier ánimo de lucro. ¿Qué más se puede pedir¿ Además hemos de tener en cuanta las magnificas facilidades y el gran descuento que les hacen a quienes quieran usar la pista con sus propios patines, que son muy de agradecer y que ayudarán a promocionar la pista. ¡No les descuentan absolutamente nada¡ Ya tienen bastante con la comodidad que representa estar acostumbrados a sus propios patines (dicho, según el artículo, por el propio Presidente de la Fundación, con lo cual queda de manifiesto su condición de buen  comerciante). Por otra parte, al usuario que use sus propios patines, también le quedará la enorme satisfacción de que habrá dejado un juego de patines más, para aquel que no disponga de unos propios. De todo ello se desprende que, sumando lo asequible del precio y los descuentos aplicados, las colas de gente para entrar a la pista pueden llegar a la Plaza de España, por lo menos. Y quizás, sean tan largas que, en día festivo, lleguen a invadir parte de L’Hostitalet de Llobregat. Por otra parte, parece ser que, no se tiene presente que mientras se patina no se compra, ni el que patina tiene presente que si se rompe una pierna, con los recortes que tenemos en sanidad, igual se queda tres días con la pierna rota antes de que se la escayolen.
  1. – Por otra parte y dejando de lado el despilfarro que representa, ya que sería preferible que, en lugar del gasto para instalar la pista, Fundación Barcelona Comerç, hubiese indicado a los comerciantes la necesidad de aplicar algún tipo de descuento en las compras de Navidad y subvencionarlo parcialmente con el capital invertido en el evento, para que la gente se animase a comprar. El Ayuntamiento también ha fallado en este asunto, al igual que está fallando en muchos otros (parece especialista en ello), ya que permite una instalación privada en un espacio público, que además, junto a la Sagrada Familia, es insignia de Barcelona y harto visitada por el turismo. Con lo cual, al igual que pasó con la Fiesta del Aire, se está pasando por el forro las Ordenanzas Municipales emanadas de él mismo y muy especialmente las que regulan el uso de la vía pública. Posiblemente se ha pensado también que, como las ventas pueden ser escasas, se le puede sacar el dinero al personal por otros medios más lúdicos.

  1. – Tengamos bien presente que la Plaza de Catalunya es un espacio público del que se desalojó, por la brava, con desmesurada contundencia y sin miramiento alguno, como si de una conjura judeomasónica se tratase, a miembros de Democracia Real Ya y a otros indignados y respetables ciudadanos, en una sentada pacífica, en que lo único que hacían entre otras loables peticiones, era pedir respeto, consideración y un trato más justo. Y lo hacían de un modo pacífico, en un espacio público y sin alterar el orden. Pero claro… ¡haberles escuchado, sería como darles pan¡ ¡Y de momento, para que nos conformemos, ya nos dan el circo¡.  Y como si de puro recochineo se tratase, instalan la carpa en el mismo lugar donde desalojaron a quienes protestaban por el nefasto sistema que nos rige. Demostrando así, que sigue tan nefasto como de costumbre. No dejemos de tener en cuenta que nuestro Ayuntamiento, ahora está gobernado por los mismos que ordenaron el desalojo de la Plaza de Catalunya, si bien ahora no tienen la más mínima intención de desalojar la carpa de la Plaza.
También cabe decir, ya que así lo divulgaba la misma edición, que el máximo responsable del desalojo (el Honorable Felip Puig), no tiene que presentarse ante el Juez, a no ser que así lo disponga El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, ya que se encuentra aforado por razón de su cargo. Tan solo responderán en el juzgado, al igual que siempre pasa en política y demás altos cargos, los cabezas de turco, según dicta la más estricta Ley del Embudo. ¡Pero ellos se lo habrán buscado¡ ¡Por no saber que ciertas órdenes se deben de aceptar solamente por escrito y así que cada cual cargue, en su persona y conciencia, con la parte que le corresponda¡ 

Adiós, ahora me marcho a ver las noticias y consultarlas con la almohada para sacar nuevas conclusiones, ya volveré cuando las tenga.

 Manel M.

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