El hombre siempre se ha desarrollado a través de políticas que el mismo ha ido creando o participando de otros. Pero en toda comunidad humana y ya desde la era primitiva, los hombres entregaban ofrendas a los dioses a cambio de algunos beneficios, y además tenían la protección de uno o varios líderes que actuaban como jefes que ostentaban el poder del grupo. Eran conductas para ellos “políticamente correctas”.
Ya en el paleolítico hay evidencias de que los jefes dominantes del clan y en especial los chamanes - versus políticos con poder y religiosos actuales - ya poseían unos privilegios que serian la base de la injusticia social. En cada partida de caza, pesca o la simple recolección de alimentos se les tenía que dar un excedente y la mejor parte a cambio de su protección ante los enemigos, y además por su cuidado “humano” y espiritual. Por eso ya en ese periodo existían ceremonias, atenciones médicas y entierros colectivos, o no, que evidenciaban los fines de los dominantes y justificaban sus acciones, aunque entre ellos se peleaban hasta la muerte para ver quién era el más fuerte y por tanto el jefe máximo.
Esta situación pervive desde entonces y aún perduran estas actividades y personajes. Siempre ha existido una casta dominante con el poder de la fuerza, que a cambio de alguna protección ha pasado factura a los demás. Al crecer los grupos humanos, ya se nacía con una condición y destino, o se era de clase dirigente o un simple siervo dominado. Esta situación favorece que existan unas nuevas necesidades de controlar a las masas.
Los primeros censos conocidos, fueron elaborados dentro del Código de Hammurabi, y el cual constituye el primer código conocido de la historia. Este código finaliza con un epílogo que glorifica la ingente labor realizada por Hammurabi para conseguir la paz, con una explícita referencia a que el monarca fue llamado por los dioses para que "la causa de la justicia prevalezca en el mundo, para destruir al malvado y al perverso", además de describir las leyes para que "la gente disfrute de un gobierno estable y buenas reglas", que se dicen escritas en un pilar para que "el fuerte no pueda oprimir al débil y la justicia acompañe a la viuda y al huérfano"...
Esta proclamación del “estado del bienestar” tan antigua solo se ha superado con nuestra constitución que iguala a todos los españoles ante la ley, excepto el rey, bueno y también a los parlamentarios políticos, bueno y asimismo a religiosos reconocidos, bueno casi a todos. Podríamos decir que desde el Paleolítico han cambiado las formas pero no el fondo, porque hoy en día esas castas siguen peleándose como gato y perro.
Hay una palabra común que todos utilizan, democracia, y no sé de ningún país del mundo que no utilice o haya utilizado esa palabra en su favor a través de sus políticos, y que además entre los diferentes partidos o facciones políticas, no haya nadie que no diga que sus políticas son mejores que las otras. Claro en ese saco entran países socialdemócratas, socialistas, liberales, republicanos, conservadores, etc…, los mismos perros con diferentes collares, porque en época de Franco también en España existía una "democracia orgánica" ( que no era por tocar el órgano en las iglesias…).
Los jefes de clanes poderosos, descubrieron que para tener contentos a sus vasallos debían darles una gota de agua para calmar su sed, es decir, que se sintieran demócratas a través del “sufragio universal” ( no tiene nada que ver con el diluvio ), o sea con su voto al que mejor le representara ( es decir, al más ladrón y sanguinario ).
Y el vasallo los critica y los maldice y cuando no le gusta un clan, se va y vota al otro, son dos clanes de quiniela fija 1 y 2, la X no cabe, pero los intereses de estos son afines y no importa si hoy está este y mañana el otro, mientras hayan vasallos.
La estupidez humana es capaz de que las mentes queden bloqueadas y se tornen chips al servicio de un sistema que es totalmente transversal a la democracia verdadera. Hoy te voto a ti y mañana al otro, todos contentos, sobre todo los que mandan pues la sumisión sigue siendo su mayor fuerza.
Nadie se ha parado a pensar de que nos protegen los políticos, porque crean leyes que jamás se cumplirán, porque utilizan nuestro sudado dinero en obras faraónicas que no se usan, porque nos matan desmantelando un sistema sanitario que entre todos pagamos, porque hablan de fracaso escolar y recortan los recursos escolares, porque nos suben impuestos para dar el dinero a los bancos, porque obedecen ciegamente a los especuladores, incluidos otros gobiernos de Europa, porque no limpian sus corrupciones, porque hacen exactamente al revés de lo que se necesita, porque siguen robándonos el dinero y defendiendo el “estado del bienestar” ( será el suyo).
Y a todo esto, les seguiremos votando, sobre todo a aquel que mienta más y que sabemos que no cumplirá nada de lo que dice que hará. Pero hasta donde ha llegado la sumisión y la desidia humana para llegar a estas humillaciones, es que nos hemos descerebrado con el paso de los años. Es que ya no queda inteligencia. No hace falta que nos implanten chips para controlarnos, caramba ya nos controlamos solos, la materia gris está bajo llave.
La vara de mando de los políticos hoy día es el miedo, miedo al terrorismo, que ellos mismos crean, el miedo a la crisis, que consienten y refuerzan castigando a los débiles, miedo a que la sociedad se rompa dentro del país y se separe del estado, miedo al futuro, porque si existiese serenidad y tranquilidad para alcanzar algo mejor, los jóvenes lo tendrían a su alcance y les desbancarían de sus poltronas.
Gran parte de nuestra sociedad ha dejado de pertenecer obligatoriamente a la Iglesia Católica, y eso desde que la libertad religiosa llegó como algo natural. Ahora se impone un esfuerzo para la población para escoger la libertad política no sometida a dos partidos mayoritarios ni a otros comunes.
Veamos la opinión de una gran personalidad mundial Federico Mayor Zaragoza
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Hay que CREAR una nueva SOCIEDAD CON NUEVOS VALORES POLITICOS que escoja nuevos caminos ajenos al partidismo despiadado, al capitalismo salvaje, a la sumisión y humillación de la persona,… una sociedad nueva en que la persona encuentre su lugar social en este mundo. Y aunque es una UTOPIA es el único camino.
Jordi M.
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